Fenómenos atmosféricos artificiales históricos
Por: Rubén Tesolin
Los Cazas Foo
El científico Michael Swords fue editor de la Journal for UFO Studies y es uno de los principales investigadores sobre el fenómeno de los "Foo Fighters" durante la WWII.
Foo Fighters en la Segunda Guerra Mundial descriptos por los pilotos aliados.
The term foo fighter was used by Allied aircraft pilots in World War II to describe various UFO or mysterious aerial phenomena seen in the skies over both the European and Pacific Theater of Operations.
Though "foo fighter" initially described a type of UFO reported and named by the U.S. 415th Night Fighter Squadron, the term was also commonly used to mean any UFO sighting from that period.
Formally reported from November 1944 onwards, witnesses often assumed that the foo fighters were secret weapons employed by the enemy, but they remained unidentified post-war and were reported by both Allied and Axis forces.
Michael Swords writes:
"During WWII, the foo fighter experiences of allied pilots were taken very seriously. Accounts of these cases were presented to heavyweight scientists, such as David Griggs, Luis Alvarez and H.P. Robertson. The phenomenon was never explained. Most of the information about the issue has never been released by military intelligence."
Foo Fighters en la Segunda Guerra Mundial descriptos por los pilotos del eje.
Als Foo-Fighter wurden Lichtkugeln bezeichnet, die ab 1944 auf dem europäischen Kriegsschauplatz von alliierten Flugzeugbesatzungen beobachtet wurden.
Da die alliierten Nachtjäger häufig im Luftraum um deutsche Nachtjägerhorste patrouillierten, um die deutschen Jäger beim Starten und Landen anzugreifen, ist eine mögliche Erklärung für das Foo-Fighter-Phänomen die Fehlinterpretation der von den Fliegerhorsten bei schlechter Sicht verwendeten Leuchtmunition-Kennungen. Diese Kennungen sollten den deutschen Nachtjägern bei schlechtem Wetter die Orientierung ermöglichen und bestanden aus einer von Flugabwehrkanonen zu festgelegten Uhrzeiten in steilem Winkel abgeschossenen Leuchtmunition. Räumliche Anordnung und Farbkombination der Leuchtsignale war für jeden Fliegerhorst festgelegt, damit die deutschen Nachtjäger anhand dieser Kennungen ihren Standort bestimmen konnten.
El nombre "foo fighter" deriva una mala pronunciación de "feu" (fuego en francés), unido a "fighter" (caza en inglés), queriendo significar el caza de fuego. Este término fue utilizado por aviadores de la Segunda Guerra Mundial para referirse a ciertos fenómenos aéreos que avistaban regularmente durante sus misiones de combate. Estos eran descritos como esferas de apariencia metálica o bolas luminosas, que aparecían individualmente o en grupos. Aunque muchas veces perseguían o acompañaban a los aviones militares, no existe constancia de que algún foo fighter haya intentado algún tipo de ataque o interacción. Se caracterizaban por su alta velocidad y maniobrabilidad más allá de las posibilidades desarrolladas en la época; los relatos indican que podían acelerar o decelerar instantáneamente, o flotar estacionarios.
Los "foo fighters" fueron observados por pilotos militares británicos, norteamericanos, alemanes y japoneses. Los pilotos aliados inicialmente pensaron que podía tratarse de algún arma secreta de los Nazis, sin embargo los dirigentes nazis pensaban que era un arma secreta de los aliados. Se dice que ambos bandos investigaron el fenómeno, y abandonaron las investigaciones al comprobar que no eran una amenaza.
Los primeros informes surgieron en 1941, por parte de pilotos británicos; los norteamericanos, luego de varios avistamientos ocasionales, empezaron a reportarlos regularmente a partir de la entrada en servicio de los cazas nocturnos P-61 “Black Widow”. Se cree que los pilotos de estos aviones fueron quienes les dieron el apodo definitivo de “foo fighters”.
El término se originó en la tira cómica surrealista “Smokey Stover”, de Bill Holman, editada a partir de 1935. Smokey Stover, el protagonista, era un bombero que se llamaba a sí mismo un “foo fighter” en lugar de un “fire fighter” (bombero, en inglés). La palabra foo no tiene un significado concreto. Los primeros pilotos en avistar el fenómeno también llamaron a las luces “Kraut fireballs” (bolas de fuego alemanas), ya que pensaban que era un arma de los Nazis, pero la expresión "foo fighters" fue la que perduró. Es también posible que el nombre "foo" venga del francés "feu" (IPA: fœ), que significa fuego. Esto se explica si traducimos "foo fighters" como cazas de fuego, pues en un comienzo se creía que eran aviones.
Teorías y explicaciones
Hay varias teorías que intentaron explicar los foo fighters; la más aceptada es que las luces eran descargas de rayos globulares, un fenómeno que la ciencia aún no ha explicado adecuadamente. Después de la Guerra, diversas observaciones de este tipo pasaron a describirse con términos más neutros como OVNI.
* El fenómeno podría estar basado en la mala interpretación del procedimiento estándar de la Luftwaffe según el cual ciertas baterías antiaéreas cercanas a los aeródromos alemanes disparaban por las noches proyectiles luminosos a intervalos regulares, para facilitar la navegación visual.
* Los defensores de la hipótesis extraterrestre han sugerido que los foo fighters son pruebas de extraterrestres que visitan la Tierra.
* También se ha sugerido que el foo fighter era un avión secreto de la Luftwaffe en forma de disco, apodado el "feuerfighter" por los alemanes, pero como este nombre hipotético es una mezcla de alemán e inglés, y como no se ha encontrado evidencia de un avión semejante, esta explicación es probablemente una leyenda urbana.
* De la misma manera, la sugerencia de que algunas observaciones nocturnas de foo fighters hayan sido en realidad observaciones del avión cohete alemán Messerschmitt Me 163 Komet no tiene sentido: el Me 163 era completamente inadecuado para operaciones nocturnas ya que sólo tenía combustible para pocos minutos (totalmente insuficiente para entrar en contacto con un enemigo de noche), no llevaba ningún radar de interceptación aerotransportado, y carecía de todo el equipo de vuelo nocturno que habría sido vital para hacer sus característicos aterrizajes nocturnos.
* Se ha sugerido como explicación que pudiera tratarse de un tipo de descarga eléctrica de las alas de los aeroplanos (semejante al Fuego de San Telmo).
* Objetos brillantes en el suelo pueden producir múltiples reflexiones internas en el plástico curvo de la carlinga de un avión, y percibirse por lo tanto como imágenes sobre el horizonte, un fenómeno que ha sido identificado como la explicación de ciertos avistamientos de ovnis desde los aviones.
Los Cohetes Fantasmas
El reconocido investigador José Caravaca, efectuó un detallado estudio de los "Cohetes Fantasmas de Suecia", parte de su informe se presenta a continuación.
Luego se exponen varias declaraciones originales y textuales de los principales testigos.
Durante el año 1946, y con las secuelas aún muy visibles en media Europa de la devastadora confrontación mundial recién concluida, varios países escandinavos, sobre todo Suecia, asistieron con pavor, a como sus cielos eran atravesados regularmente por unos misteriosos “proyectiles”. El mayor temor de las autoridades era que los rusos estuvieran desarrollando en secreto las bombas volantes confiscadas a los nazis, para comenzar una nueva invasión desde el norte. Pero sin embargo aquellas trazas en el firmamento se comportaban de un modo errático y enigmático. Algunos relatos añadían elementos desconocidos y desconcertantes para éste tipo de armas. Las descripciones de los testigos hablaban de bólidos volando en perfecta formación, a veces a velocidades irrisorias, sin producir estela, provocando apagones, en ocasiones parecían flotar, y la mayoría de los incidentes eran silenciosos. Por no citar los episodios que parecían apuntar hacia algún tipo de vehículo tripulado.
Ante tal cúmulo de hechos inusuales las fuerzas armadas suecas así como los estudiosos consultados no sabían a ciencia exacta a que se enfrentaban.
A lo largo de siete meses, solamente en territorio sueco se registraron más de mil avistamientos de extraños “cohetes” que cruzaban las ciudades y los campos a gran velocidad. Otros países donde se observaron este tipo de “proyectiles” fueron Portugal, norte de África, Italia, Grecia y la India. Una nota de prensa de 1946 no dejaba lugar a la duda sobre la alarma social que provocó el fenómeno: “Estocolmo. Las autoridades militares suecas han pedido al Gobierno que dé la voz de alarma en todo el país, al tenerse noticias de que otros seis bólidos o bombas volantes han cruzado el espacio aéreo sueco en varios puntos. Circula el rumor de que los soviéticos están realizando pruebas con bombas volantes en algún lugar de la costa del Báltico.” Por ello, el mismísimo Kremlin tuvo que salir al paso de las acusaciones con unas declaraciones en las que aseguraban que ellos no eran los responsables de aquellos incidentes.
En octubre de 1946, los militares suecos, ante la trascendencia del fenómeno, que interesó vivamente a los gobiernos británico y estadounidense, elaboraron un informe en el cual declaraban que el 80 por ciento de los avistamientos tenían explicación; el resto “no podían ser fenómenos de la naturaleza o productos de la imaginación”, ni aviones suecos, ni las referidas V-2 alemanas, aunque, añadían, se podría haber tratado de algún tipo de arma secreta, mirando siempre hacia el lado ruso, ya que siempre fue considerado un “culpable” no oficial. Los militares suecos utilizaron barcos, aviones, estaciones de radar, etc, en un despliegue sin precedentes en tiempo de paz, para intentar esclarecer el origen de los misiles.
Debido a que algunos avistamientos producidos sobre Suecia parecían retornar hacía el Mar Báltico, los militares creían que las pruebas balísticas provenían de la Isla de Dago (Hiiumaa) con un radio de acción de unos 300 kilómetros. Incluso sospechaban que barcos soviéticos participaban en la operación proporcionando cobertura radial a los lanzamientos. No en vano durante la irrupción de algunos de éstos bólidos se detectaron señales de radio muy extrañas que nunca pudieron ser rastreadas. Por su parte la inteligencia norteamericana estaba convencida que las pruebas rusas se efectuaban desde la base alemana de Peenemunde tomada por el ejercito rojo tras la finalización de la II Guerra Mundial. Aunque la RAF (Royal Air Force, Fuerza Aérea Británica) había bombardeado sus pistas de aterrizaje e instalaciones, los expertos estaban convencidos que en pocos meses los rusos lograron volverla operativa de nuevo sin dificultades.
Erik Malmberg, ingeniero miembro de una comisión estatal de estudio sobre los cohetes fantasmas, dijo al respecto: “Si las observaciones son correctas, muchos detalles sugieren que se trataba de un misil de crucero lanzado sobre suecia. Pero en 1946 nadie tenía una tecnología tan sofisticada”.
Un asesor científico del MI-6 inglés (Centro de inteligencia británico), el profesor R. V. Jones, que colaboró con los suecos, afirmaba asombrado que si se tratase de ingenios desarrollados por los soviéticos, éstos habían conseguido doblar la velocidad desarrollada por los brillantes ingenieros nazis. Ya que algunas detecciones en radar habían delatado que los misteriosos bólidos se desplazaban a velocidades supersónicas.
En Grecia también se efectuó una investigación oficial a cargo del profesor Paul Santorini, pero ésta se vio rápidamente suspendida por los militares, al comprobarse que los avistamientos no estaban provocados por proyectiles balísticos. Se comprobó que los “misiles” volaban a una velocidad de 300 Km/h realizando bruscos cambios de dirección. Por tanto, nos encontramos ante uno de los primeros ejercicios de censura ejecutados por los gobiernos, en este caso el sueco y el heleno, sobre un fenómeno relacionado con OVNI. Por si quedaran dudas, en una conferencia pronunciada en 1967 en la Sociedad Astronómica griega, Santorini hablo por primera vez sobre sus pesquisas para aclarar el enigma; "Pronto se estableció que no eran misiles. Pero, antes de que pudiéramos hacer más, el ejército, después de entrevistarse con funcionarios extranjeros (Departamento de Defensa de EE.UU), ordenó detener la investigación. Los científicos extranjeros (de Washington) volaron a Grecia en secreto para hablar conmigo." Posteriormente admitió al investigador Raymond Fowler que: "el secreto fue invocado porque los funcionarios tenían miedo de admitir la existencia de una tecnología superior contra la que no tenemos "ninguna posibilidad de defensa.". Recordar para calibrar en su justa medida el testimonio de Santorini, que éste fue un destacado científico que colaboró en la realización de la bomba atómica.
Las siguientes son las principales noticias, producidas en Suecia, tomadas de las versiones originales de la época:
La nota de prensa de 1946 que informó a la opinión pública y que dejó claro la alarma social que provocó el fenómeno:
"Stockholm. Den svenska militära myndigheterna har bett regeringen att rösten av larm i hela landet, nyheten att sex andra bilar eller flygande bomber har passerat det svenska luftrummet på flera ställen. Ett rykte cirkulerar att sovjeterna genomför försök med flygande bomber någonstans på den Baltiska kusten."
“Estocolmo. Las autoridades militares suecas han pedido al Gobierno que dé la voz de alarma en todo el país, al tenerse noticias de que otros seis bólidos o bombas volantes han cruzado el espacio aéreo sueco en varios puntos. Circula el rumor de que los soviéticos están realizando pruebas con bombas volantes en algún lugar de la costa del Báltico.”
Varios testigos en la playa de Norrvikssand Björkön, en Njurunda, observaron:
"Projektilen hade rest mycket låg hastighet, cirka 50 meter per sekund. Ättlingar till en vinkel av 40 grader av inlevelse och föll på sand. På ett avstånd av endast 20 meter fastställdes det att några unga flickor och en del badande, såg det som sanden var hoppar upp. En lysande området av ca 3 meter i diameter med en kö av blåaktigt grön färg på cirka 50 meter, som föll till marken och orsakar en krater på nästan 2 meter hög av radio."
“El proyectil se desplazaba a muy baja velocidad, unos 50 metros por segundo. Descendió en un ángulo de inmersión de 40 grados y cayó en la arena. A una distancia de sólo 20 metros se estableció que algunas chicas jóvenes y algunos bañistas, vieron como la arena saltaba hacia arriba. Observaron una esfera luminosa de unos 3 metros de diámetro con una cola de color verde azulada de unos 50 metros, que cayó a tierra provocando un cráter de casi 2 metros de radio."
Los testigos Erik y Ása Reutersward en el Guldsmedshyttan, al noreste de Lindesberg, en Västmanland, declararon:
"Vi tog en fältresa med alla lugn. Vi gick upp till tornet för att fotografera de panoramic sikt, vi var helt ensamma, utom för vår ett år gamla son. I exakt samma ögonblick som pulserar avtryckaren, verkade vara något mystiskt med rätt att min hustru noterades."
"Fuimos de excursión con toda tranquilidad. Subimos a la torre con el fin de fotografiar la panorámica, estábamos completamente solos, salvo por nuestro hijo de un año de edad. En el mismo momento exacto en que pulsé el botón del obturador, apareció algo misterioso a la derecha, que mi esposa observó. Yo no soy capaz de recordar exactamente cómo era, pero sé que era una luz que nos pasó, parecía bastante extraña."
Defensa Aérea de la División de Sundsvall.
El gabinete de prensa de la base dirigido por el capitán R. Westlin concluyó:
"Projektilen har en hög temperatur och resterna av den samma var riktigt varma när de hittades. Slaggen framställs av projektilen hade fläckats brännskador."
"El proyectil ha producido claramente una alta temperatura y los restos del mismo estaban muy calientes cuando fueron encontrados. La escoria producida por el proyectil presentaba quemaduras ennegrecidas."
Afirmaba el estudioso Göran Jansson:
"Under år 1946, ett stort antal observationer av ljus fenomen och okända objekt registrerades i himlen i Sverige. Utrymme dessa tankar som var kända som "spökraketer" i dag har fortfarande inte fått någon tillfredsställande förklaring. Några av kommentarerna antagligen förklara hur astronomiska fenomen, men inte alla."
"Durante el año 1946, una gran cantidad de observaciones de fenómenos luminosos y objetos desconocidos fueron registrados en los cielos de Suecia. Estos proyectiles espaciales que fueron conocidos como "cohetes fantasmas", aún hoy, no han recibido una explicación satisfactoria. Algunas de las observaciones probablemente se explicarían como fenómenos astronómicos, pero no todos."
Con el transcurso de los meses la amenazadora oleada fue decayendo hasta que prácticamente las noticias sobre los extraños bólidos fantasmas de Suecia quedaron en el olvido.
Aún en la actualidad siguen representando un fenómeno digno de estudio que quizás tuviera un origen terráqueo, producto de la experimentación balística secreta. Sin embargo persisten algunas incertidumbres razonables que darían lugar a otras interpretaciones más heterodoxas o, incluso a la conjunción de varios elementos en el resultado final registrado en el año 1946.
Las Green Fireballs
El físico e investigador Bruce Maccabee, es autor de varios trabajos sobre las "Green Fireballs" o "Bolas de Fuego Verde", a continuación se presenta una sinopsis del estudio.
Los primeros informes aparecieron a finales de Noviembre de 1948, pero en un principio fueron interpretados como bengalas militares de color verde. Entonces, en la noche del 5 de Diciembre, dos tripulaciones de avión distintas en Nuevo México, una militar y otra civil, aseguraron que cada una de ellas había visto las extrañas luces verdes, aunque con una diferencia de 20 minutos. Los pilotos militares estaban cerca de Las Vegas, Nuevo México, y describieron las luces como intensas, y de haber sido bengalas, eran las más extrañas que habían visto. El piloto civil estaba cerca de Albulquerque y describió las luces como de color verde claro. Parecieron dirigirse hacia él en ruta de colisión, forzando al piloto a esquivarlas.
Por si no fuera suficiente, en una misma noche fueron vistas una docena de bolas verdes, viajando generalmente de norte a sur entre las 7:30 PM y las 11:30 PM, por guardias de seguridad en unas instalaciones militares en los alrededores de Alburquerque y Las Vegas. Los avistamientos cerca de Alburquerque se hicieron en la base de Sandía, una instalación altamente sensible donde se ensamblaban bombas atómicas. La noche siguiente, una luz verde similar fue nuevamente avistada durante unos segundos sobre la base de Sandía.
La Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea (AFOSI) en la Base de Kirtland, inició una investigación oficial, temiendo que las bolas verdes pudieran estar relacionadas con el espionaje y el sabotaje.
Dos investigadores de AFOSI - ambos pilotos experimentados - fueron testigos por sí mismos de una bola de fuego verde mientras pilotaban una avión la noche del 8 de Diciembre. Dijeron que estaba a unos 2.000 pies sobre su avión, y que se asemejaba a las bengalas verdes utilizadas comunmente por la Fuerza Aérea, aunque "mucho más intensas" y al parecer "considerablemente más brillante." La luz parecía encenderse con un brillo completo casi instantáneamente. Su informe afirmaba que la luz era "definitivamente más grande y más brillante que una estrella fugaz, meteorito o bengala." La luz duraba sólo unos segundos, moviéndose "casi de forma plana y paralela a la tierra." La trayectoria de la luz "descendía rápidamente" dejando "una estela de fragmentos rojo anaranjados" que después cayeron al suelo.
Al día siguiente, AFOSI consultó al Dr. Lincoln La Paz, un astrónomo de la Universidad de Nuevo México, y un renombrado experto mundial en meteoritos que anteriormente había trabajado en proyectos militares de alto secreto. El propio La Paz vio una "bola de fuego verde" el 12 de Diciembre, que también fue vista en el Laboratorio Científico de Los Álamos, permitiendo a La Paz determinar la trayectoria mediante triangulación. De ahí La Paz descubrió que el centro de la trayectoria estaba justo encima de Los Álamos.
En una carta clasificada a la Fuerza Aérea el 20 de Diciembre, La paz escribió que el objeto se movía demasiado lentamente para haber sido un meteoro, y más aún, no dejó ninguna "estela de chispas o de humo" como sería lo típico de meteoros volando a bajas altitudes. Otras características anómalas eran el intenso color verde lima (completamente distinto a la lluvia de meteoritos de las Gemínidas que se observaron al mismo tiempo), la baja altitud de sólo 13-16 kilómetros pero sin exhibir sonido alguno, trayectoria plana en vez de en arco, y encendiéndose y apagándose como el interruptor de una luz. Posteriormente añadiría que los avistamientos estaban confinados casi por completo al norte de Nuevo México, y que nunca se encontraron fragmentos a pesar de las extensivas búsquedas utilizando técnicas de triangulación empleadas con éxito anteriormente.
La Paz sugirió que las patrullas de seguridad de Los Álamos podrían intentar fotografiar las bolas de fuego verde. Sin embargo la duración de las bolas era tan breve (1 a 5 segundos) y su extinción era tan inesperada que no tuvieron éxito. Sucedieron otros avistamientos de bolas de fuego verde sobre Los Álamos el 11, 13, 14, 20 y 28 de Diciembre y el 6 de Enero de 1949, elevando el nivel de preocupación de la inteligencia de seguridad y militar. La bola de fuego verde del 20 de Diciembre fue más destacable porque fue vista cambiando de dirección, algo imposible para un meteorito. Dos guardias de seguridad la vieron primero descender con un ángulo de 45 grados, para después nivelarse a una altura de unos 3 Km. Aunque estaban a tan poca distancia, no se oyó nigún ruido, al igual que con las otras bolas de fuego verde.
El 13 de Enero de 1949, se envió el siguiente mensaje al Director de Inteligencia del Ejército del Cuarto Regimiento del Ejército en Texas: "Las agencias en Nuevo México están muy preocupadas... Algunas potencias extranjeras [tal vez] estén realizando "lanzamientos de sondas" con algún dispositivo superestratosférico diseñado para autodestruirse... El fenómeno [puede ser] el resultado de experimentos de guerra radiológica de una potencia extranjera... los rayos pueden ser letales o pueden ser... la causa de los accidentes de avión ocurridos recientemente... Estos incidentes son de tanta importancia, especialmente porque están sucediendo en las proximidades de instalaciones delicadas, que [debería] enviarse un panel científico... para estudiar la situación."
El 30 de Enero, se produjo el avistamiento más brillante y más visto de bolas de fuego verde, ocurrido cerca de Roswell, Nuevo México. Al día siguiente el FBI fue informado por el Ejército y la Inteligencia de la Fuerza Aérea de que los platillos volantes y las bolas de fuego están clasificados alto secreto. La Paz entrevistó a cientos de testigos, con la ayuda del FBI y de la inteligencia militar, y nuevamente trató de recoger fragmentos mediante la triangulación de la trayectoria, pero nuevamente no obtuvo éxito.
Después de su propio avistamiento y de entrevistar a numerosos testigos, La Paz concluyó que las "bolas de fuego verde" eran un fenómeno artificial. El 8 de Febrero se reunió con el Dr. Joseph Kaplan, un geólogo de UCLA y miembro del Panel de Consejeros Científicos de la Fuerza Aérea. Kaplan, también un experto en meteoritos, coincidió en que aquello no podían ser caídas convencionales de meteoritos e informó a La Paz que no conocía de ningún proyecto militar secreto que pudiera explicar las bolas de fuego. Vió que los datos de La Paz eran excitantes y sintió que era necesaria una investigación en nombre de la seguridad nacional.
El informal estudio científico de La Paz para la Fuerza Aérea se hizo formal, siendo llamado "Conferencia sobre Fenómenos Aéreos," y se convocó en el Laboratorio Científico de Los Álamos a mediados de Febrero para revisar los datos. La gente allí reunida - tanto personal militar como científicos civiles - fueron informados por La Paz de que las bolas de fuego no eran el resultado de ningún proyecto militar secreto, de acuerdo al Dr. Kaplan. La Paz reiteró que estaba absolutamente convencido de que las bolas de fuego verde no eran meteoritos convencionales. El Dr. Edward Teller pensaba que no podían ser objetos materiales porque no producían ningún ruido y sugirió que podían ser algún fenómeno atmosférico eléctrico desconocido. En cualquier caso, pensaba que no podían ser ningún tipo de sondas extranjeras.
En Abril de 1949, se informó de avistamientos similares sobre una instalación de almacenaje de armas nucleares en Fort Hood en Texas. Las intrusiones fueron estimadas tan serias que, a diferencia de la Fuerza Aérea, el Ejército estableció rapidamente una red de observación. Los avistamientos continuaron hasta Agosto, siendo el más espectacular el 6 de Junio cuando fue avistada una luz naranja en suspensión, de entre 1 y 2,5 metros de largo y a 1.5 kilómetro del suelo. Finalmente empezó a moverse a nivel de vuelo para después explotar en pequeñas partículas.
El 24 de Julio se observó una bola de fuego verde caer cerca de Socorro, Nuevo México. Se recogieron partículas de polvo en la Escuela de Minas que había allí y se encontró que contenían grandes partículas de cobre. La Paz encontró este dato muy significativo, ya que el cobre se quema con el mismo color verde amarillento característico de las bolas de fuego verde. También observó que si las partículas de cobre provenían de las bolas de fuego verde, no podían tratarse de meteoritos convencionales, ya que el cobre nunca ha sido encontrado en polvo de origen meteórico. La Paz sugirió que en adelante se recogieran muestras de tierra y del aire en las zonas donde habían sido vistas las bolas de fuego.
Se convocó otra conferencia el 14 de Octubre. Nadie disputó la realidad del fenómeno y nadie pudo explicarlo. Entre los enigmas estaban los apagones repentinos y las grandes concentraciones de avistamientos en Nuevo México, muy diferentes de un fenómeno natural. A pesar de esto, se decidió que las bolas de fuego eran probablemente de origen atmosférico. Las observaciones instrumentales - fotográficas, triangulaciones y espectroscópicas - se estimaron esenciales para resolver el misterio.
El 3 de Noviembre, el Dr. Kaplan llevó el plan al Panel de Consejeros Cientificos de la Fuerza Aérea en el Pentágono. Kaplan había decidido por entonces que las bolas de fuego debían de ser un nuevo tipo de meteorito extraño. Sin embargo, la mayoría de los científicos permanecían desconcertados por el brillo, las trayectorias y la ausencia de sonido. Pareciendo contradecir su hipótesis meteórica, Kaplan también dijo, "esta alta selectividad de dirección parece indicar que algún grupo estaba tratando de apuntar a Los Álamos con un nuevo tipo de arma." Se expresaron preocupaciones por la posibilidad de que cundiese el pánico y por la necesidad de continuar con el secretismo.
Finalmente, el 20 de Diciembre, después de cerca de un año de avistamientos, fue aprobado el programa de observación instrumental y nació el Proyecto Twinkle. El primer puesto de observación (que consistía de dos oficiales) fue establecido en la Base de la Fuerza Aérea de Holloman en Febrero de 1950. Después sólo se implantó otro puesto de observación. La Paz criticó al Proyecto Twinkle por inadecuado, argumentando que las bolas de fuego verde eran merecedoras de "una investigación sistemática e intensiva." Twinkle consiguió registrar unos poco sucesos, pero los datos recolectados se consideraron como incompletos en el informe final del proyecto. Además, se afirmó, no se habían suministrado fondos para el seguimiento de los análisis. Adicionalmente, la actividad de las bolas de fuego cerca de los puestos de observación pareció desaparecer virtualmente, como se señala en un informe de Septiembre: "Debe considerarse significativo que las bolas de fuego han cesado abruptamente tan pronto como se estableción una vigilancia sistemática."
Por encima de las objeciones de La Paz y otros, el informe final del Proyecto Twinkle concluyó que las luces verdes eran probablemente un suceso natural, tal vez actividad de manchas solares o una concentración inusual de meteoritos. El informe señalaba, "No ha habido indicación de que ni la más extraña observación de las a menudo llamadas "Bolas de Fuego Verdes" sean otra cosa que un fenómeno natural." El Proyecto Twinkle se suspendió en Diciembre de 1951.
A pesar de los esfuerzos del informe final del Proyecto Twinkle para quitar importancia a las bolas de fuego y otros fenómenos OVNI estudiados como naturales, un posterior informe de Febrero de 1952 del Directorado de Inteligencia de la Fuerza Aérea estaba en desacuerdo: "El Secretariado del Panel de Consejeros Científicos ha sugerido que este proyecto no sea desclasificado por una variedad de razones, siendo la más importante que no se ha revelado ninguna explicación científica para ninguna de las bolas de fuego y otros fenómenos por parte del informe, y que algunos respetables científicos todavía creen que los fenómenos observados son fabricados por el hombre."
También se afirmó que algunos de los científicos continuaban creyendo que eran dispositivos de espionaje soviéticos.
Al mes siguiente, otra carta del Directorado de Inteligencia de la División de Investigación del Directorado de Investigación y Desarrollo, nuevamente afirmaba que el informe no debía hacerse público porque no se había ofrecido ninguna solución real: "Se cree que la publicación de la información al público en su condición actual podría causar excesiva especulación y dar pie a temores injustificados entre la población como ya ocurrió en anteriores publicaciones sobre objetos voladores no identificados. Es el resultado de publicar cuando no ha habido una solución real."
Opiniones de los Científicos de Los Alamos
Edward J. Ruppelt, director del Proyecto Libro Azul de la USAF, afirmó que visitó el Laboratorio Nacional de Los Álamos a principios de 1952 y que habló con varios científicos y técnicos allí destinados, todos los cuales habían sido testigos de las bolas de fuego verde. Ninguno de ellos creía que tuvieran una explicación convencional, como un nuevo fenómeno natural, un proyecto secreto del gobierno, o meteoritos agrandados psicológicamente. En cambio los científicos especulaban con que eran sondas extraterrestres "proyectadas en nuestra atmósfera desde una "nave espacial" suspendida a cientos de kilómetros sobre la Tierra." Ruppelt comentó, "Hace dos años me habría sorprendido oir a un grupo de respetables científicos hacer unos comentarios tan asombrosos. Ahora, sin embargo, me lo tomo como algo serio. Anteriormente he oido el mismo tipo de afirmaciones muchas veces de grupos igualmente cualificados."
Sin embargo, dichas opiniones no eran aparentemente unánimes. Inmediatamente después, Ruppelt dijo que visitó a La Paz en Alburquerque. Ruppelt informó que "La Paz dijo que algunas personas, incluyendo al Dr. Joseph Kaplan y al Dr. Edward Teller, pensaban que las bolas de fuego verde eran meteoritos naturales. Pero él no pensaba así..." La Paz reiteró entonces las varias características anómalas que le llevaron a creer que las bolas de fuego eran artificiales. Ruppelt también mencionó que anteriormente se había reunido previamente con Kaplan en Los Ángeles, y auque Kaplan respetaba a La Paz profesionalmente, no estaba convencido de que las bolas de fuego estuvieran fabricadas por el hombre.
Ruppelt mencionó posteriormente que discutió el asunto con algunas de las personas que habían asistido a la reunión en Los Álamos en Febrero de 1949, pero no facilitó ningún nombre. "Gente que estuvo en aquella reunión me han dicho que la teoría del Dr. La Paz era muy interesante y que cada punto había sido considerado cuidadosamente. Pero evidentemente no fue lo suficientemente concluyente porque cuando la conferencia se clausuró, después de dos días, se decidió que las bolas de fuego verde eran un fenómeno natural de algún tipo." Sin embargo, a pesar de lo que le pudieran haber dicho a Ruppelt y que después escribió en su libro, no hay nada en la transcripción de la conferencia que indique que se alcanzara tal decisión de grupo. En su lugar, las opiniones permanecieron divididas, se expresaron muchas incógnitas, y se recomendó una futura investigación que ayudara a resolver el asunto.
Bolas de Fuego Verde después del Proyecto Twinkle
A pesar de la clausura del Proyecto Twinkle, las bolas de fuego verde siguieron siendo vistas ocasionalmente y La Paz seguiría haciendo comentarios. En Abril de 1952, las bolas de fuego verde y el Proyecto Twinkle fueron descritos en un famoso artículo de la revista Life magazine titulado "¿Tenemos Visitantes del Espacio?" En él se mencionaba un reciente incidente de bolas de fuego sobre Arizona en 1951. La Paz repetía nuevamente por qué las bolas de fuego no podían ser meteoritos ordinarios. El artículo también describía el avistamiento OVNI de La Paz cerca de Roswell en 10 de Julio de 1947, al mismo tiempo que el famoso caso Roswell. La Paz, sin embargo, permaneció anónimo. También describía un avistamiento OVNI de 1949 del astrónomo Clyde Tombaugh, el descubridor de Plutón. (Artículo de Life magazine).
En Enero de 1953, La Paz fue citado en artículos de periódicos diciendo que las bolas de fuego verde eran dispositivos artificiales y que podrían ser misiles soviéticos explorando los Estados Unidos y otras partes del mundo. De acuerdo a Ruppelt, las bolas de fuego verde reaparecieron en Septiembre de 1954. Una del tamaño de la luna llena fue vista atravesando Colorado hacia el sureste, iluminando Denver y llegando al norte de Nuevo México. Fue vista por miles de personas en un estadio de fútbol en Santa Fe. La Paz fue llamado para investigar, pero le dijo a un reportero que no esperaba encontrar nada. Del 3 al 9 de Abril de 1955, fueron vistas cinco bolas de fuego verdes en Nuevo México y dos al norte de California. Al menos otras tres fueron vistas en cuestión de minutos al mediodía del 5 de Abril. El Dr. La Paz afirmó, "Esto es un récord... Estoy seguro de que las bolas de fuego verdes y amarillas no son caídas de meteoritos ordinarios. He estado observando los cielos desde 1914, y nunca he visto ninguna bola de fuego meteórica como éstas."
Ha habido informes ocasionales de bolas de fuego verde desde entonces, a menudo cerca de bases militares o gubernamentales: Randles y Houge señalan que un piloto de la Real Fuerza Aérea británica estuvo a punto de colisionar con tres bolas de fuego verdes inusuales cerca de Manchester, y también fueron vistas cerca de una planta de energía nuclear en Suffolk en 1983.
Avistamientos de Astrónomos de Bolas de Fuego Verde
Otros astrónomos aparte de La Paz que se sabe han tenido avistamientos de bolas de fuego verde en Nuevo México fueron Clyde Tombaugh, quien en 1956 dijo que había visto tres, y el Dr. Donald Menzel, que vio uno en Mayo de 1949 cerca de Alamogordo. En una carta al Panel de Consejeros Científicos de la Fuerza Aérea, Menzel admitió que el fenómeno debía ser real y expresó desconcierto, preguntádose por qué las bolas de fuego estaban tan confinadas en Nuevo México si eran un fenómeno natural. Irónicamente, Menzel posteriormente se convirtió en un notorio desacreditador OVNI, y en dos de sus libros afirmaba desonestamente que nunca se sintió desconcertado por sus avistamientos, identificando instantáneamente el objeto como un meteorito ordinario.
Teoría del Comité Condon
En el informe OVNI del Comité Condon de 1969, el astrónomo William K. Hartmann pensó que las bolas de fuego verde podrían tener su explicación en el material lunar ejectado durante impactos de meteoritos recientes en la superficie de la Luna. El razonamiento de Hartmann era que esos meteoros lunares eyectados podrían explicar las velocidades anormalmente bajas calculadas por La Paz para las bolas de fuego verdes respecto a la velocidad de escape de la Tierra, esto es, mucho más lenta que la velocidad de los meteoritos normales. Hartamnn afirmó posteriormente, sin explicación o elaboración alguna, que "las características predichas encajan con los episodios de las "bolas de fuego verde"." Sin embargo, esta teoría no podía explicar el resto de las demás características anómalas de las bolas de fuego verde detalladas por La Paz, como el fuerte confinamiento a la zona de Nuevo México, el color verde-lima, la ausencia de sonido, ausencia de estela de humo, y ausencia de fragmentos meteoríticos. La teoría de Hartmann es por lo tanto una débil especulación sin ninguna evidencia real que la sostenga, aunque algunas veces ha sido citada como un hecho científico. Por ejemplo, el astrónomo Carl Sagan la presentó como tal en su serie de televisión Cosmos de 1980.
Otras Investigaciones del Dr. Lincoln La Paz
Además de las consultas de La Paz con la Fuerza Aérea sobre las bolas de fuego verde, en 1954 estuvo envuelto con el astrónomo Clyde Tombaugh en una búsqueda de satélites que orbitasen cerca de la Tierra, al servicio del Ejército. En Agosto de 1954, apareció una historia en la prensa sobre que La Paz y Tombaugh habían encontrado dos satélites a sólo 600 y 900 kilómetros que habían entrado en órbita recientemente. La Paz en un principio negó vehementemente que él estuviera implicado, y posteriormente negó que se hubiera encontrado nada.
Al menos tres testigos, incluyendo a dos implicados con la contrainteligencia del ejército y de la Fuerza Aérea, también afirmaron que La Paz fue enviado a Roswell para entrevistar a los testigos sobre el incidente Roswell, para reconstruir la trayectoria del objeto estrellado. Un agente de contrainteligencia afirmó que La Paz le dijo que el objeto tuvo algún problema, aterrizó para hacer alguna reparación, despegó de nuevo y explotó. Entre ambos especularon sobre su posible origen. La Paz supuestamente era de la opinión de que el objeto era una sonda extraterrestre no tripulada.
Los últimos comentarios conocidos de La Paz sobre las bolas de fuego verde ocurrieron durante 1965 durante una visita al astrónomo Dr. J. Allen Hynek, un consejero del Proyecto Libro Azul. Hynek también estaba investigando el incidente de Socorro, Nuevo México, donde el policía Lonnie Zamora avistó un objeto volador desconocido que descendió en una cañada y luego ascendió, despidiendo una estela de fuego blanco azulado. De acuerdo a Hynek, La Paz pensaba que las bolas de fuego verde eran la parte más importante del fenómeno OVNI.
El Dr. La Paz seguía convencido de que sus características anómalas nunca habían sido adecuadamente explicadas por la investigación oficial. La Paz continuó pensando que las bolas de fuego verde eran artificiales, pero ahora creía que las bolas de fuego, así como la nave de Socorro, eran proyectos altamente secretos del gobierno norteamericano. También acusó a Hynek, al Proyecto Libro Azul y a otros de ser parte de un "gran encubrimiento de algo que el gobierno no quiere discutir."
Las bolas de fuego verde continúan siendo avistadas, en la actualidad, pero sus orígenes siguen siendo un misterio.